El bienestar en la cultura
Una mirada desde lo empírico y la episteme
Una mirada desde lo empírico y la episteme

La importancia de leer para hacer frente al horror nazi

Tiempo de lectura: 6 minutos

#WeRemember! Víctor Frankl  en su libro Psicoterapia y humanismo dijo “Lo que sucedió en el ghetto a la mañana siguiente que tenían que partir un transporte con 1000 jóvenes de Theresienstadt destinados a  Auschwitz. Cuando llegó la mañana se advirtió que la biblioteca del ghetto había  sido saqueada. Cada uno de los muchachos (que estaban destinados a morir en  el campo de concentración) se había apoderado de un par de libros de su poeta o novelista o científico favoritos y había ocultado los libros en la mochila” Frankl, V. (2012)

El director de la biblioteca del ghetto  Theresienstadt fue Emil Utitz (filósofo y esteta alemán 1883/1956)  escribió el libro “La psicología de la vida en el campo de concentración de Theresienstadt” (originalmente creado para 7.000 personas llegó a tener más de 50.000) donde habla del importante papel desempeñado por su biblioteca.

«La dirección de Utitz, en su rol de bibliotecario, representó  una ayuda eficaz a la hora de suavizar, a través de las actividades culturales, las tensiones existentes»

Braun, K. (2003).

La relación de los nazis con los libros siempre fue mala, ya en el año 1933, el Partido Nazi puso en marcha en Alemania su infame campaña de quema de libros que fueron retirados de las bibliotecas y quemados públicamente por ser considerados (por estos fanáticos) judíos, no alemanes o contrarios al partido.

En el piso se ven estantes vacíos recordando la quema de libros por los Nazis 10/5/1933

Por su parte, Frankl quien fue un psiquiatra austríaco sobreviviente de los campos de exterminio nazi. En “El hombre en busca de sentido”, Frankl (2013) divide su libro en dos partes: en una primera, narra sus memorias como prisionero en los campos de concentración en Auschwitz y Dachau. En la segunda, expone la Logoterapia.

En la primera parte, el autor relata sus conclusiones al analizar el comportamiento humano, tanto del prisionero como de los nazis, durante las tres fases que él nombró como los primeros días del internamiento, la fase de auténtica vida en el campo y la época posterior a la liberación.

Frankl (2013) comienza a narrar su impresión de los primeros días en un campo de concentración y cómo los prisioneros cambiaban su manera de pensar y quedaban en shock ante su situación. También relata cómo esas personas sufrían aleatoriamente la muerte aún antes de pasar a ser formalmente prisioneros: eran despojados rápidamente de su identidad anterior hasta convertirse en un número más, hasta perdían toda ilusión de ser libres rápidamente y comprendían que lo único que poseían era su cuerpo y su existencia.

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En la segunda fase, ante el dolor, la pérdida, y la anulación individual, los prisioneros eran arrancados de las sensaciones a las que estaban acostumbrados, y la maldad alrededor de ellos no los inmutaba más. Esa falta de sentimientos construía una autodefensa para sobrevivir.

Los prisioneros regresaban a un estado primitivo que se manifestaba cuando soñaban con actividades diarias de su vida anterior, como el simple hecho de comer un pastel en contraste con su carencia de comida.


A pesar de crear una coraza que les permitiera huir a su interior y sobrevivir entre el mal, los prisioneros durante su captura en el campo a la vez discutían aireadamente la situación política en base a rumores sobre el estado de la guerra, y compartían fuertes convicciones religiosas. Muchos servicios religiosos se improvisaban en las barracas.

Investigación documental del Dr. Antonio Román en la Biblioteca del Campo de Concentración Nazi de Sachsenhausen


La intensificación de la vida interior del prisionero le provocaba una mayor apreciación de la belleza del arte y la naturaleza. Frankl fue testigo de este hecho cuando observó a dos prisioneros ver el resplandor del cielo en un charco de agua, y uno de ellos le comentó al otro: “¡qué bello podría ser el mundo!”.

Por último, en la época posterior a la liberación, Frankl sostiene que, al contrario de lo que se esperaba, los prisioneros al recuperar su libertad no se volvieron locos de alegría. Aunque se repetían entre ellos “¡somos libres!”, esa palabra carecía de sentido para ellos. El cuerpo de los prisioneros se acostumbró primero a su libertad, pero no su mente. Sentían un deseo absoluto de hablar de lo ocurrido.


En esta primera parte, Frankl pretende dar cuenta que a pesar de las circunstancias, que aun con sufrimiento, el humano le puede dar un sentido a su existencia.

Los que estuvimos en campos de concentración recordamos a los hombres que iban de barracón en barracón consolando a los demás, dándoles el último trozo de pan que les quedara. Puede que fueran pocos en número, pero ofrecían pruebas suficientes de que al hombre se le puede arrebatar todo salvo una cosa: la última de las libertades humanas para decidir su propio camino.

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Informe al Dr. Antonio Román de la Österreichische Nationalbibliothek (Biblioteca Nacional de Austria) sobre el discurso de Víktor Frankl de 1975 «Das Buch als Therapeutikum“ (“El libro como terapia”)

En la Feria del Libro de Austria, en Viena en 1975, Víktor Frankl dio un discurso Vortrag «Das Buch als Therapeutikum“ ( “El libro como terapia”)  que versaba sobre la posibilidad de la sanación por medio de la lectura. Y, para ejemplificar, mencionó  casos en los cuales un libro, un texto, un relato habían salvado la vida de personas, las había alejado de ideas suicidas, les había permitido entender la necesidad de construir una vida con sentido.

“Los escritores que atravesaron el infierno de la desesperación, que experimentaron la aparente carencia de sentido de la vida, pueden ofrecer su sufrimiento, por medio de la escritura, como un sacrificio en el altar de la especie humana. Sus revelaciones ayudarán al lector que sufra idéntico estado a superarlo».

Victor Frankl (1975)

Así, por lo anteriormente expuesto, para Frankl la actividad de la lectura queda completamente asociada a la búsqueda de sentido y, por eso, puede desprenderse de ella que posee un gran valor terapéutico.

Referencias:

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Román, A. M. (2020). La importancia de leer para hacer frente al horror nazi [día, mes, año de la consulta on line] https://antonioroman.info/la-importancia-de-leer-para-hacer-frente-al-horror-nazi/